Antes de viajar a Luarca con 5 equipos y 52 jóvenes jugadores ya sabíamos que traeríamos las maletas llenas de recuerdos, vivencias y nuevos amigos para toda la vida. Lo que no teníamos tan claro es que en una cita donde se reúnen algunos de los mejores equipos de España, podríamos subir al podio como hicimos con el Benjamín.
Conseguimos el subcampeonato, cediendo únicamente con el Real Sporting de Gijón, una selección de los mejores jugadores que llegan cada año a Mareo y que hace apenas 20 días se proclamó Campeón de España de Benjamínes de Fútbol-Sala.
Pero empecemos por el principio…
El viaje del jueves se hizo largo, más aún cuando Juan -nuestro conductor- tuvo que hacer de mecánico y sustituir un manguito que había decidido que no quería venir a Luarca con nosotros (él se lo pierde).
Así, con una hora de retraso sobre lo previsto, llegábamos a esta bella localidad costera con el tiempo justo para repartir habitaciones e irnos a cenar. Después, a dormir (o a intentarlo) para estar preparado para el duro día de partidos que teníamos el viernes.
A primera hora, 2 partidos simultáneos del Prebenjamín y Benjamín abrían el campeonato para los nuestras con sendas victorias por idéntico marcador (3 a 2). La cosa prometía, pese a que los Alevines no pudieron rematar la faena ante Grucer, subcampeón de España de clubes y a la postre venceder del Torneo. Habíamos tenido mala suerte en el cruce y apenas pudimos hacer frente a los madrileños, ante quienes cedimos por 8-2. La mañana la completaba el Infantil, que se enfrentaba a los extremeños del Zafra. Los nervios iniciales de nuestros jugadores y la imposibilidad de pedir tiempo muerto en los partidos de la fase previa (¡cuánto lo echamos de menos!) se unieron para poner el partido 0-3 en apenas 5 minutos de juego. A medida que avanzaba el primer tiempo el partido se fue igualando aunque el marcador ya no se movió. Algunos ajustes en pizarra en el descanso y -sobre todo- una mejor lectura del encuentro por parte de los jugadores, propiciaron una segunda parte muy distinta que permitió remontar el marcador y conseguir un valioso empate (4-4) ante un gran equipo.
Por la tarde, el Alevín sin tiempo para reponerse de la derrota, afrontaba su segundo encuentro ante un rival inferior a los nuestros. Sin embargo, la gran cantidad de ocasiones desaprovechadas en en el inicio de partido, unido a su gol en la primera aproximación a nuestra meta, propició que el partido cambiara de rumbo y cayese finalmente del lado asturiano (3-2). Seguidamente jugaba el Infantil, que no pudo sobreponerse a la baja de su máximo goleador -lesionado en la siesta- y pese a jugar un gran primer tiempo frente al ADAE Simancas (3º clasificado en el torneo) acabó cediendo por 6 a 3.
Con los equipos mayores eliminados, el sábado entraba en liza el Benjamín A, que en una pista «infernal» de las que por suerte ya no quedan por aquí y en la que se hacía imposible practicar nuestro fútbol-sala, consiguió hacer un partido muy serio y comenzar venciendo por 6-1 a los madrileños del Yermo FS. Poco antes, los prebenjamines no habían podido puntuar en su 2º partido ante Valdés y se lo jugarían todo a una carta en el último partido del grupo.
El Benjamín B había plantado cara a Alcorcón, con quien terminó empatando a 3 goles, lo que a la postre no le sirvió para colarse en semifinales, pues los del sur de Madrid vencieron al otro equipo del grupo por más goles que nosotros; y quedamos eliminados del Torneo pese a no haber conocido la derrota. El próximo año será una buena oportunidad para demostrar la valía de estos jugadores de primer año en la categoría.
Como antes decíamos, a mediodía, el Prebenjamín se jugaba con Villa de Pravía el pase a la gran final del domingo. Solo valía vencer por 2 goles al menos; y la verdad que no era fácil, pues el rival aún no había encajado un gol en los partidos previos. Los nuestros empezaban a acusar el cansancio frente a un rival muy fuerte defensivamente y terminamos cediendo por 2 goles a 0.
Solo nos quedaban opciones de llegar al domingo con el Benjamín A y el rival no era fácil. El campeón de Guadalajara -Siguenza FS- iba a poner las cosas muy complicadas pese a adelantarnos pronto en el marcador y ser conscientes de que el empate nos servía. En la segunda parte nos dieron la vuelta al resultado y se pusieron 1-2 a falta de 10 minutos. Pero lejos de rendirnos, el trabajo de Lucas en la punta y un par de «galopadas» de Lorenzo decidieron hacer justicia al trabajo de todo el año y acabar venciendo por 3 a 2.
Por la noche, tuvimos la ocasión de ver el partido de nuestra selección, junto con la gran cantidad de familiares que se habían desplazado a tierra asturianas. La pantalla no era «gigante» pero quizás por ello estuvimos más pegados y vivimos con más emoción si cabe el «estresante» minuto de los 3 penalties y el gol definitivo de un chico de la zona -quién si no- llamado David Villa. Es posible que en el Sporting que nos ganó la final haya algún «david villa» de la próxima década. Pero sigamos con la crónica….
El domingo a primera hora, disputamos la semifinal contra el Alcorcón -verdugo de nuestros hermanos pequeños- y sin pisar el acelerador conseguimos vencer por 6 goles a 1 y meternos en la final. Rematamos la mañana acudiendo a la playa de Cuevas, donde los más valientes pudieron darse un baño en las frías aguas del cantábrico pese a que el día no acompañaba demasiado.
A mediodía esperaba la gran final, con el Sporting de Gijón. Como antes avanzábamos, todo un equipazo. No olvidemos que en Asturias, los clubes de fútbol juegan a nuestro deporte hasta que acceden a la categoría alevín, por lo que teníamos delante una auténtica «selección» asturiana con los mejores talentos de una Escuela como la de Mareo. La prueba evidente era que se habían proclamado campeones de España el pasado 20 de junio. Además, el cansancio y la falta de horas de sueño de los nuestros era más que evidente antes de iniciar ese partido, pero trataríamos de ponerselo lo más difícil posible.
Con nuestras armas -una defensa zonal plagada de ayudas defensivas- conseguimos alcanzar el descanso sólo con 1-0 en contra pese al asedio al que habían sometido a nuestra portería, incluso dispusimos de una clara ocasion para empatar en el último minuto de ese período. Pero en el segundo tiempo, 2 goles encajados en el primer minuto rompieron definitivamente el partido y aunque tratamos de no bajar los brazos, los goles fueron cayendo hasta el 7-0 definitivo.
En cualquier caso, como ya hemos reseñado, este subcampeonato sabe a victoria para un club como el nuestro, en el que juegan todos los chicos que lo desean y que entrena apenas 2 horas semanales. Esperamos seguir dando «guerra» el próximo año.